A medida que el panorama de amenazas para las empresas continúa expandiéndose, las tácticas, técnicas y procedimientos (TTP) que utilizan los atacantes aumentan en sofisticación. Detectar y responder a las ciberamenazas es difícil y complejo, y lo que es peor, cuando los productos de ciberseguridad introducen fricción en el proceso, el desafío se vuelve aún mayor.
La fricción del usuario nunca es algo positivo. Cuando los usuarios experimentan fricción con una aplicación, sitio web o servicio en línea, esto les impide completar un proyecto o limita su capacidad para realizar una tarea. La fricción del usuario hace que los flujos de trabajo comunes sean más difíciles, lleven más tiempo y resulten más frustrantes de completar. Desafortunadamente, muchos productos de ciberseguridad obstaculizan una experiencia fluida, lo que lleva a los usuarios a buscar maneras de eludir la solución. Esto no solo reduce la tasa de adopción del producto, sino que también incrementa el riesgo de seguridad para la organización.
Cuando un producto facilita, agiliza y hace más productiva la experiencia humana, el resultado es una mayor adopción en toda la organización y, en general, un mejor desempeño empresarial. La eliminación de la fricción es fundamental para que cualquier producto de ciberseguridad tenga éxito total. Aquí es donde un enfoque de diseño centrado en el ser humano, que reduce la fricción operativa, se convierte en una ventaja. En el ámbito de la ciberseguridad, un diseño centrado en las personas modela cómo interactúan realmente los usuarios dentro de los flujos de trabajo y procesos relacionados con datos y activos. Esto permite a los usuarios implementar soluciones de seguridad que se adaptan fácilmente a sus necesidades específicas.
Mayor adopción de la ciberseguridad equivale a una postura de seguridad más sólida
Las soluciones de ciberseguridad que ponen el diseño centrado en el ser humano al frente funcionan de manera que resuelven problemas considerando la perspectiva humana, con flujos de trabajo y métodos que mejoran el proceso en general. Igual de importante, responden de formas que generan los resultados necesarios para lograr los resultados óptimos de seguridad. Gartner predice que para 2027, el 50 % de los CISOs adoptarán prácticas de diseño centradas en el ser humano en sus programas de ciberseguridad para minimizar la fricción operativa y maximizar la adopción de controles.
La expansión de las superficies y vectores de ataque requiere una gestión continua de la exposición (CTEM)
La protección de los activos digitales requiere la capacidad de descubrir, validar y responder a vulnerabilidades antes de que los actores maliciosos las encuentren y exploten. Lograr esto exige una estrategia de reducción de riesgos coherente y un modelo de implementación que sea automatizado y se ejecute de manera regular y repetible. Dado que las superficies de ataque están en expansión, se necesita un enfoque proactivo y integral para identificar y abordar una amplia gama de vulnerabilidades, como configuraciones incorrectas, fallos de software, cambios en la red y malware oculto.
La Detección de Amenazas y Respuesta a Incidentes, o TDIR por sus siglas en inglés, es un proceso de ciberseguridad que identifica, evalúa y responde a las amenazas. Según Gartner, para 2026, más del 60 % de las capacidades de TDIR aprovecharán datos de gestión de exposición para validar y priorizar las amenazas detectadas, frente a menos del 5 % en la actualidad.
Al implementar pruebas de penetración automatizadas, red teaming y medidas de seguridad de Gestión Continua de Exposición a Amenazas (CTEM), las organizaciones obtienen mayor visibilidad y control para prevenir brechas, minimizar riesgos e incrementar la resiliencia de seguridad. Estos procesos de TDIR, cuando se construyen con prácticas de diseño centradas en el ser humano, permiten una sólida postura de ciberseguridad que identifica y gestiona eficazmente los activos expuestos externamente, descubre y valida vulnerabilidades en dichos activos, y proporciona las recomendaciones y procesos necesarios para responder y eliminar rápidamente las amenazas.
Las capacidades TDIR de Ridge Security cuentan con un enfoque de diseño centrado en el ser humano.
RidgeBot® de Ridge Security, un robot automatizado de pentesting para la gestión de vulnerabilidades basada en riesgos, aprovecha prácticas de diseño centradas en el ser humano al actuar como atacantes reales, utilizando los métodos de hacking ético de los equipos de red teaming. RidgeBot localiza de forma implacable exploits en toda la red empresarial, documenta sus hallazgos, verifica las vulnerabilidades y mide continuamente los resultados y la efectividad. Los RidgeBots hacen que las pruebas de penetración sean asequibles y se ejecuten a escala empresarial.
Las organizaciones están capacitadas para realizar pentesting automatizado desde el punto de vista de un atacante. Antes de que una exposición siquiera entre en producción, los RidgeBots encuentran, evalúan, priorizan y corrigen una amplia variedad de exposiciones. La validación resultante permite a las organizaciones ver qué sucedería en caso de un ataque, cómo responderían sus defensas y qué tan bien funcionarían sus procesos. Esta validación se logra mediante simulación de brechas y ataques y pruebas de penetración automatizadas.
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