Quizá se atrevería a recostarse en las vías del tren, si conociera el horario de los trenes y su historial de exactitud. Caso contrario, estarías participando en un absurdo y peligroso juego de ruleta rusa. Dentro del contexto de la seguridad de las infraestructuras digitales, mientras las innovaciones en ciberseguridad siguen ofreciendo poderosas armas contra los ciberdelincuentes, resultaría irresponsable que una empresa asumiera una seguridad completa sin métodos de verificación. Cuando las infraestructuras conectadas a la red contienen vulnerabilidades desconocidas, los hackers las convierten en una amenaza dentro de la red. Se puede afirmar con seguridad que la fe ciega en la tecnología nunca es buena.
Probar y verificar es una buena práctica de ciberseguridad. Los productos de ciberseguridad defensiva, como la seguridad y la detección y respuesta ampliadas (XDR), detectan muchas amenazas después de que hayan penetrado en la red, pero no siempre antes de que lo hicieran. Las pruebas de penetración automatizadas descubren, validan, y corrigen vulnerabilidades desconocidas antes de que los “malos actores” puedan encontrarlas. Sin embargo, tanto los productos de seguridad como las soluciones de pruebas son necesarias como parte de una postura sólida de seguridad multicapa.
Que reciba una alerta no significa que sea una amenaza
Las soluciones de ciberseguridad pueden producir muchas alertas de falsos positivos que suponen erróneamente amenazas.
Los escáneres de vulnerabilidades producen e informan sobre miles de falsos positivos, porque su base de datos de vulnerabilidades conocidas no contiene ningún contexto. Por lo tanto, la organización no tiene idea de cómo priorizar las vulnerabilidades o evaluar su impacto o riesgo potencial. Lo último que necesitan las organizaciones con recursos limitados es responder a innumerables falsos positivos que no tienen un impacto negativo en su entorno.
Como dice el refrán, lo mejor es prevenir…
Para que la ciberseguridad sea eficaz, es necesario aplicar las lecciones que se aprenden antes de poner en marcha un producto o un servicio en línea. Una buena práctica sugiere formas de hacer las cosas, mientras que una lección aprendida parte de la experiencia obtenida. Si una organización utiliza estos conocimientos con un hacking ético que prueba y verifica la infraestructura, la cobertura de seguridad es mucho mayor y las posibilidades de riesgo se reducen.
RidgeBot elimina las conjeturas sobre la vulnerabilidad
El pentesting automatizado de RidgeBot ® es una forma altamente efectiva de probar su entorno digital para validar las debilidades del sistema y fortalecer las defensas de seguridad contra las brechas de seguridad explotables al lanzar aplicaciones, sistemas y servicios nuevos o actualizar los existentes.
Para eliminar el riesgo, RidgeBot lleva a cabo cuatro pasos principales:
- Descubre activos como servidores, dispositivos de red, sistemas operativos y sitios web.
- Escanea los activos utilizando la carga útil real para detectar vulnerabilidades e informa sobre las superficies de ataque que incluyen URL débiles, puertos abiertos, errores de configuración y otras vulnerabilidades.
- Realiza exploits automáticamente utilizando habilidades de piratería ética aprendidas de probadores humanos, lanzando ataques sofisticados, conjuntos e iterativos.
- Verifica si las configuraciones permiten que los piratas informáticos se muevan lateralmente más en el entorno, utilizando técnicas de prueba como escalada de privilegios, pass-the-hash y otras.
La validación continua de riesgos de RidgeBot hace que las pruebas de penetración sean fáciles, asequibles y escalables para organizaciones con recursos limitados que necesitan protección, sin el alto precio de los equipos de seguridad expertos Las alertas de vulnerabilidad de falsos positivos se eliminan virtualmente, mientras que aquellas que crean riesgos potenciales son encontrados, priorizados y arreglados.
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